TEMA 3 - La enseñanza-aprendizaje y certificación de lenguas extranjeras por las instituciones internacionales

Hi, girls and boys. 
Hoy estamos aquí para hablar de una parte de las certificaciones del MCER. Para empezar, diremos que, debido a la situación geopolítica actual (que se lleva perpetuando desde hace ya unos cuantos años) hay una necesidad global de regular las destrezas que se pretenden conseguir en una lengua y de certificar esas destrezas de una forma que tenga una validez no limitada a un ámbito doméstico. Esta labor se lleva a cabo a través de distintas organizaciones internacionales de las que seguramente habréis oído hablar alguna vez, aunque solo sea de pasada, y deben ajustarse a los criterios que el Marco Común Europeo de Referencia para las Lenguas provee. Aquí tenéis una tabla de autoevaluación para que podáis comprobar vuestro nivel. 
Estas instituciones son ampliamente conocidas en el ámbito educativo relacionado con las lenguas, e imparten clases y elaboran exámenes con los que pretenden dar unas certificaciones internacionales que sirvan para acreditar ciertos conocimientos necesarios en la vida profesional actual. Así, tenemos a ALTE (Association of Language Testers in Europe), CERCLES (Confédération Européenne des Centres des Langues de l´Enseignement Supérieur), o EAQUALS (Evaluation and Accreditation of Quality Language Services) entre muchas otras. 

Y os estaréis preguntado: sí, ok, vale, todo eso está muy bien, pero si quiero sacar un título de inglés que certifique mi nivel, ¿qué prueba tengo que realizar o cuál es más reconocida? Pues bien, como afortunadamente estamos en un mundo cada vez más globalizado y las fronteras se van estrechando más y más, la variedad de posibilidades es bastante amplia, pero en esta ocasión nos centraremos en una de las más populares: las celebérrimas pruebas de Cambridge English, de las que os dejo el enlace en su web oficial
En la web encontraréis toda la información oficial sobre estas pruebas, pero hay otro tipo de información que en su página no encontraréis. ¿Sabíais que diseñar cada examen exige dos años de investigación y un sinfín de revisiones? Este proceso lleva tanto tiempo porque se pretende que en menos de cuatro horas y en una situación simulada, los candidatos puedan probar que pueden hablar, escribir, escuchar y leer inglés en el nivel del que se examinan sin lugar a dudas. 
Estas pruebas siempre son diferentes y se realizan en ciento treinta países y varias veces a lo largo del año, lo que supone el reto de asegurar que todas las evaluaciones se ajusten a un mismo estándar. Aunque los temas son distintos en cada prueba, el examen debe ser siempre el mismo. Una vez que los expertos redactan las preguntas, hay que superar una ronda de revisiones que puede durar meses para asegurarse que las preguntas se ajustan a las guías y al nivel que se está evaluando. ¿Y sabéis qué? También en estas revisiones se redactan las que se piensan que serán las respuestas de los y las participantes, gracias a una base de datos de más de cincuenta y cinco millones de palabras compuesta por las respuestas de exámenes anteriores que un algoritmo combina y permite predecir la respuesta más probable a una determinada pregunta en el examen. Hasta puede anticipar las estructuras y vocabulario que utilizarán los participantes en el writing y el speaking, ¿no os parece alucinante? Este algoritmo, a su vez, también destapa los errores más comunes por país y lengua nativa. El futuro y el big data han llegado para quedarse, amigos y amigas. 
Sin embargo, y a pesar de todo este concienzudo proceso, todas las preguntas deben ser probadas antes por alumnos y alumnas reales. Al igual que en las grandes producciones de Hollywood, donde se hacen pases de prueba, Cambridge realiza simulacros de examen para comprobar que los materiales rinden de la forma esperada. Otra de las dificultades a las que se enfrentan es la elaboración global del examen: no debe ser ni muy fácil ni muy difícil, y para ello se sirven de la ayuda del MCER para ajustar la forma de medir esas destrezas. Al final de todo este proceso, se acaban produciendo más de treinta y cinco millones de exámenes al año, no solo de inglés, sino también de otros idiomas. 
Según Cambridge, más de veinte mil organizaciones, públicas y privadas, reconocen sus títulos. En España, más de seiscientas. Estaréis de acuerdo en que, después de conocer estas curiosidades, hay todo un complejo y largo proceso de elaboración detrás de cada uno de estos exámenes, y todo ello no hace más que reafirmar la validez de estas pruebas. 
Muy probablemente, el sistema de elaboración de las pruebas del resto de instituciones será de una complejidad similar, pero me apetecía explicaros este lado no tan visible de los exámenes de Cambridge. 

Y ya para acabar, me gustaría enseñaros las respuestas que NO debéis contestar en una prueba de Cambridge (ni en cualquier otra). OJO, son respuestas reales que espero os hagan reflexionar y por qué no, sonreir:

Comentarios

  1. Estimado Jesús,

    Primeiro de todo parabenizarte por ter realizado esta publicación dunha maneira tan amena para o lector/a. Considero que introduciches de maneira clara e concisa as principais institucións que realizan e otorgan as certificacións de nivel das linguas estranxeiras. Resultoume verdadeiramente curioso, o gran traballo de pesquisa e elaboración que requiren os exames que permiten otorgar as diferentes certificacións. Como alumno de linguas estranxeiras que tivo que pelearse durante anos coas probas de nivel, nunca se me pasara pola cabeza todo o traballo e tod@s @s profesionais necesarios para a creación dos exames.

    Considero que a túa entrada é moi enriquecedora para calqueira lector alleo ao proceso de elaboración dos susoditos exames. Aínda que se cadra, a túa aportación é todavía máis relevante para o alumnado que ten que enfrentarse a estas probas xa que valorar o traballo implícito nestas; axudaríalles a entendelas como retos que non son simplemente inxustos. Está claro, que a próxima vez que realice unha proba de nivel, se teño tempo parareime a pensar en todo o traballo que hai detrás de cada pequena pregunta. Espero ca Big Data favoreza as miñas respostas!

    Un saúdo e grazas!

    :)



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    1. Bo día, Alexandre.

      Moitas grazas polas túas palabras. A verdade é que sí, o proceso de confección das probas que se mencionan na entrada pareceume tan curioso que tiña que compartilo a través do blogue e nunca está de máis saber algo anecdótico sobre os posibles exames que poderemos (ou non) facer nun futuro.
      E sí, seguro que a Big Data te acaba favorecendo ;)

      Unha aperta, Álex.

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